Las catas de vinos son espacios en los que aprender y compartir. Puedes acudir solo, con amigos, o con familiares para ampliar tu conocimiento sobre la materia o para, simplemente, disfrutar de la experiencia.
En los últimos años, las catas se han convertido en uno de los eventos más recurrentes en cumpleaños y celebraciones. En HG, como bodega en Mallorca con mucha historia y tradición, nos encanta preparar cada cata de manera especial y personalizada para que sea inolvidable.
Catas de vinos: el despertar de los sentidos
Acudir a catas de vinos no solamente sirve para probar una serie de caldos. Todos nuestros sentidos entran en juego para proporcionarnos información y hacernos experimentar sensaciones nuevas. Es una especie de meditación en la que nuestra atención se centra en lo que estamos viviendo en ese momento presente.
Las catas son análisis sensoriales en los que todo nuestro cuerpo recibe información:
- Vista: los colores, el brillo, las tonalidades, la limpidez… Son algunas de las características que percibimos con nuestros ojos.
- Olfato: a medida que vamos realizando catas, nuestro olfato se va agudizando. Con la práctica, podremos crear una memoria olfativa que nos ayudará a identificar hasta 10.000 aromas.
- Gusto: la lengua solo puede distinguir cuatro sabores básicos. Dulce en la punta, salado en la zona central, ácido en los laterales y amargo en la parte trasera. Todos esos sabores pueden percibirse en cualquier vino pero, dependiendo de cada uno, habrá sabores que sobresalgan por encima de los demás. En ese caso sabremos, simplemente probándolo, de qué tipo de cepa se trata, qué añada, en qué condiciones creció la vid e incluso si pasó por algún tiempo de guarda y en qué barrica lo hizo.
- Oído y tacto: aunque no perciben el sabor del vino, estos sentidos se implican en la cata mediante otro tipo de sensaciones. El peso de la copa, la textura de la etiqueta de la botella, el sonido del líquido al chocar contra el cristal… Todos esos estímulos participan en la experiencia y ayudan a almacenar en nuestra memoria el recuerdo de lo vivido.
La cata de vinos en HG Mallorca, algo diferente
¿Qué puede hacer que una catas de vinos en HG sea diferente a otras?
Comencemos por la historia. HG Mallorca es propiedad de Manuel, quien creció rodeado de vinos y licores espirituosos. Ana y Manuel, sus padres, regentaban una empresa familiar de venta de dichos productos. Manuel y sus cuatro hermanas ayudaban siempre que podían, cultivando así el amor por el oficio.
Acudir a una cata en HG Mallorca es una experiencia única porque, después de tantos años, conocemos bien a nuestros clientes y nos gusta preparar los vinos que creemos que encajan mejor con sus gustos.
Elegir con cuidado y cariño cada caldo es lo que hace únicas a nuestras catas de vinos. Además, al finalizar, ponemos a tu disposición las botellas que más te hayan gustado a un precio especial para que puedas disfrutarlas continuar disfrutándolas.
